Cómo leer el libro
A pesar de que lo puedes leer de arriba abajo en unos pocos días, lo mejor es que lo vayas leyendo con calma y que vayas interiorizando las metáforas y los ejercicios que se presentan a lo largo de cada capítulo. Cuando le recomiendo mi libro a alguno de mis pacientes, les digo que lean un capítulo a la semana, y que vayan probando todos los ejercicios que aparecen en él.
Leer siendo cuidador/a
Si eres cuidador/a, es probable que tengas poco tiempo para ti. Sin embargo, si tu salud psicológica y emocional es importante, procura agendar media hora a la semana para poder sumergirte con calma en un capítulo del libro y en sus ejercicios. Del mismo modo que programas media hora de lectura, procura también programar veinte o treinta minutos al día para las prácticas que en él se proponen.
Practica todo lo que puedas
Más vale un kilo de práctica que mil de teoría. Si bien leer el libro te abrirá nuevas perspectivas, el verdadero cambio se fundamenta en la práctica. Cuanto más practiques más naturalizarás las herramientas del libro y más accesibles las tendrás en los momentos difíciles. En esta web encontrarás una serie de recursos que te ayudarán a afianzar los conocimientos y a ponerlos en práctica.
Ten paciencia
Del mismo modo que cualquier otra habilidad, como tocar la guitarra, ser capaz de correr 40 km, o aprender a ir en bicicleta, las prácticas del libro no se aprenden de un modo inmediato. Requieren tiempo y entrenamiento. En algunos momentos, tu cabeza te dirá que no funciona y que es una pérdida de tiempo. Esos pensamientos siempre aparecen en el camino de mejorar nuestras vidas. Permítete tener esos pensamientos y desobedécelos, persistiendo en intentar mejorar tu salud emocional, la relación con tu familiar y la relación contigo mismo/a.
Insiste
Tómate este entrenamiento no como un modo de conseguir un estado de bienestar, sino como un modo de comprender y llevar las emociones difíciles. Del mismo modo que uno nunca deja de aprender cosas, uno nunca deja de experimentar emociones difíciles. En los momentos difíciles puedes releer aquellas partes del libro que te ayudaron en el pasado y así hacer más pésenles las prácticas as que en él se presentan.
Recuerda tus valores
A muchos de mis pacientes les encomiendo que se escriban en una tarjeta aquéllos valores por los que quieren guiar su camino como cuidadores. En el apartado ME CUIDO, encontrarás unas tarjetas que en los momentos difíciles te pueden recordar el tipo de cuidador o cuidadora que quieres ser. Procura llevar tus valores contigo y recordar que siempre estarán disponibles para tí en el momento presente.
